El agua es el enemigo número uno de las joyas chapadas.
Sí, eso incluye sudor, agua salada, agua dulce, loción corporal y perfumes. Si planeas nadar, hacer ejercicio o ducharte, quítate las joyas primero y guárdalas en un lugar fresco, seco y oscuro. Cuando te prepares, aplícate la loción corporal, rocíate el perfume y, una vez que esos productos se hayan secado por completo, puedes ponerte tus joyas chapadas favoritas. De esta manera, te asegurarás de que tus joyas duren el mayor tiempo posible.
La luz del sol puede potencialmente desteñir las joyas chapadas.
Sí, has oído bien. La luz del sol puede hacer que las joyas enchapadas pierdan el color y el brillo. Si guardas tus joyas enchapadas junto a una ventana que recibe mucha luz solar directa, es posible que quieras considerar cambiar el lugar donde las guardas. Te recomendamos que busques un lugar agradable, seco, oscuro y fresco para obtener mejores resultados.